Andrea Ordóñez Llanos1 y James Georgalakis2
Traducido del inglés por Atlas Translations
Este artículo resume lo aprendido a partir de una investigación dirigida por el Sur Global y diseñada para influir en la respuesta a la pandemia de Covid-19. Los estudios de casos proceden principalmente del programa Covid-19 Responses for Equity (CORE), financiado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC). El artículo examina lo siguiente: (1) las características de la disposición de las organizaciones de investigación locales en tiempos de crisis; (2) la forma y la función del conocimiento apto para su aplicación en situaciones de emergencia; y (3) los procesos de conocimiento y las estrategias de participación para una movilización rápida. La disposición de las organizaciones dependía de la fuerza de las redes de las instituciones de investigación, del acceso a los principales responsables de la toma de decisiones o a las comunidades afectadas y de los recursos y capacidades que les permitieran movilizarse rápidamente. El conocimiento hiperlocal, combinado con metodologías de investigación inclusivas, facilita el posicionamiento de la investigación para su uso en emergencias. La pandemia ha demostrado que las organizaciones de investigación locales y nacionales están bien situadas para llevar a cabo investigaciones de gran impacto, ya sea como colaboradores críticos del gobierno o como agentes externos que abogan por el cambio.
Traducción de conocimiento, movilización del conocimiento, uso de evidencia científica para el desarrollo de políticas, Covid-19, el Sur Global, estudios sobre el desarrollo, laboratorios de ideas, emergencias, salud pública, socioeconomía, impacto.
Este número del IDS Bulletin busca aprender de la investigación dirigida por el Sur Global rápidamente movilizada y diseñada para influir en la respuesta a la pandemia de Covid-19. Los ocho artículos de estudios de casos proceden principalmente del programa Covid-19 Responses for Equity (CORE), que es una iniciativa de tres años de investigación rápida, financiada por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC) de Canadá. El programa reúne 20 proyectos de investigación de 42 países para comprender los impactos socioeconómicos de la pandemia y generar mejores opciones de políticas para la recuperación. Los autores de los estudios de casos y sus instituciones proceden del Sur Global y aportan una visión única a la respuesta de investigación.
Ramos E. Mabugu et al. (este IDS Bulletin) explora su experiencia de trabajar en estrecha colaboración con el Gobierno de Zimbabue durante las primeras etapas de la pandemia para modelar medidas económicas y fiscales destinadas a aliviar el impacto del Covid-19 y promover la recuperación. Ana Carolina Ogando (este IDS Bulletin) reflexiona sobre el rápido diseño y realización de un estudio longitudinal de métodos mixtos con casi 2000 trabajadores del sector informal en 11 ciudades del Sur y Norte Global. Helani Galpaya et al. (este IDS Bulletin) comparte sus reflexiones sobre el intento de influir en las respuestas digitales y de infraestructura a la pandemia de Sri Lanka en medio de la actual crisis económica del país. Benghong Siela Bossba (este IDS Bulletin) expone la labor del Cambodia Development Resource Institute (CDRI) para llevar a cabo investigaciones de muestreo amplio en los sectores formal e informal en Camboya. En el artículo de Farah Al Shami (este IDS Bulletin), la autora se adentra en los desafíos de promover una reforma de la protección social en el contexto de la política de colonialidad en los países árabes.
Sameen Nasar et al. (este IDS Bulletin) reflexiona sobre las estrategias implementadas por los investigadores de Bangladesh para crear una red de conocimiento entre investigadores y ejecutores que responda al impacto de la pandemia para las personas refugiadas rohingya. El relato de Ricardo Fort y Lorena Alcázar (este IDS Bulletin) sobre el trabajo del Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE) en Perú cuenta la historia de cómo las iniciativas de base comunitaria, como los comedores sociales, funcionaron en paralelo a la respuesta del Estado a la inseguridad alimentaria experimentada durante la pandemia. Por último, el estudio de casos de Jennifer Cyr et al. (este IDS Bulletin) ofrece una evaluación del potencial y las limitaciones de la gobernanza colaborativa en América Latina como medio para aliviar el impacto de la pandemia en los ciudadanos más vulnerables.
Una función de apoyo para la traducción de conocimiento dirigida por el Institute of Development Studies (IDS) acompañó a esta cohorte de investigación y proporcionó un espacio para el aprendizaje y la reflexión.3 Este IDS Bulletin pretende recoger parte de ese aprendizaje y ponerlo a disposición de quienes buscan promover un enfoque equitativo, basado en evidencia e impulsado a nivel local para gestionar las múltiples crisis mundiales.
Se han realizado numerosos estudios y revisiones para desentrañar las lecciones de la pandemia en la investigación. Sin embargo, estas tienden a centrarse principalmente en los aspectos metodológicos y de implementación de la investigación, sobre todo en el Norte Global (Guleid et al. 2021; Nind, Coverdale y Meckin 2021; Richardson, Godfrey y Walklate 2021; Tremblay et al. 2021; Vindrola-Padros et al. 2020). Si bien existe una bibliografía emergente que intenta identificar las cualidades clave de la traducción de conocimiento en países de renta baja y media (Combaz, Connor y Georgalakis 2023), esta no se enmarca específicamente en torno a la investigación de respuesta rápida. Se ha trabajado para identificar algunas de las características especiales de la investigación sobre la respuesta al Covid-19 en el Sur Global y las inquietudes de los investigadores del sur en torno a la necesidad de intervenciones más equitativas basadas en evidencia (Taylor y Knipe 2022; Grant et al. 2023). Este IDS Bulletin busca contribuir a esta bibliografía explorando una serie de estudios de casos de instituciones de investigación del sur que diseñaron y llevaron a cabo investigaciones durante la pandemia para ayudar a dar forma a las respuestas de desarrollo e implementación de políticas y prácticas y a la recuperación a largo plazo. Esto exige centrarse en las características de las organizaciones de investigación del sur que pudieron movilizarse rápidamente, los tipos de conocimientos que se necesitaron en estas circunstancias únicas y los procesos que facilitaron la participación y la influencia.
El CORE proporcionó una muestra ideal de investigación de la respuesta rápida dirigida por el Sur Global para explorar estas áreas de indagación. Los proyectos de África, Asia, América Latina y Oriente Medio movilizaron con éxito a las voces menos escuchadas y lograron una participación de responsables del desarrollo e implementación de políticas y profesionales a nivel regional, nacional e internacional.4 La investigación ha abordado las formas en que la pandemia ha agravado las vulnerabilidades existentes, al tiempo que ha tratado de promover la igualdad de género. El corpus de conocimiento emergente tiene importantes implicaciones para todos los afectados por un mundo cada vez más incierto caracterizado por la multiplicidad de crisis (Price 2023; Rohwerder 2023; Saha 2023).
El resto del artículo se estructura de la siguiente manera: ofrecemos una breve descripción general de la respuesta de investigación rápida del programa CORE en ámbitos como el uso de tecnologías digitales por parte de los equipos de investigación. Luego, abordamos tres áreas de aprendizaje: (1) los factores institucionales que permitieron a las organizaciones de investigación de países de renta baja y media responder rápidamente a la pandemia; (2) las características del conocimiento que puede estar mejor posicionado para responder a un desafío global con implicaciones locales como la pandemia; y (3) cómo las organizaciones movilizaron el conocimiento durante una emergencia con cuidado y de forma intencionada.
La pandemia de Covid-19 planteó desafíos sin precedentes para los investigadores y analistas de políticas que respondieron al llamamiento del IDRC para investigar rápidamente el impacto socioeconómico de la crisis en los países de renta baja y media. Sin embargo, en medio de la crisis, surgieron diversas respuestas innovadoras y adaptativas. Este IDS Bulletin destaca varias de ellas y muestra ejemplos notables.
Una de las características significativas de la respuesta de investigación rápida de la pandemia, común a todos los estudios de casos del CORE, ha sido el uso explícito de las tecnologías digitales en los proyectos de investigación. Al aprovechar las plataformas y herramientas en línea, los investigadores han podido facilitar la colaboración más allá de las fronteras geográficas y lograr la participación de diversas partes interesadas. Estos enfoques digitales han abierto nuevas vías de investigación, sobre todo en contextos en los que las restricciones de la movilidad limitan las interacciones en persona.
Las instituciones de investigación han acogido las colaboraciones y asociaciones de forma plena. A pesar de los desafíos impuestos por los cierres de emergencia, los equipos de investigación encontraron formas innovadoras de colaborar con diversos agentes para alcanzar sus objetivos. Los enfoques de colaboración han dado lugar a resultados transformadores que han beneficiado a todas las partes. Los investigadores también han demostrado la adaptabilidad de estas metodologías de investigación. Entre ellas figuran la utilización de datos e información existentes de formas innovadoras, la recopilación de nuevos datos para responder a desafíos acuciantes y el desarrollo de modelos y abordajes innovadores. Algunos ejemplos de este tipo de abordaje pueden verse en proyectos como el laboratorio de ideas LIRNEasia del sur de Asia (Galpaya et al., este IDS Bulletin), que reutilizó datos de encuestas anteriores para estudiar el impacto de los cierres de emergencia en la educación de los niños, y más tarde adaptó su recogida de datos para identificar problemas con las transferencias de efectivo durante una crisis económica.
En general, la respuesta de investigación rápida a la pandemia ha puesto de manifiesto una serie de enfoques de investigación innovadores y adaptativos. Mediante la adopción de tecnologías digitales, colaboraciones y metodologías diversas, los investigadores locales pueden responder a situaciones sin precedentes y hacer valiosos aportes a las políticas y la práctica.
A pesar de las señales de advertencia, ninguna organización de investigación ni ningún gobierno parecían estar preparados para la pandemia.5 Durante este período de gran tensión, ciertas características institucionales demostraron ser importantes para lograr una aplicación práctica de la evidencia en situaciones de emergencia. Las organizaciones tienen una historia relevante a la que recurrir en momentos tales, y es esencial que puedan convertir sus credenciales institucionales en credibilidad y disposición. Todos los estudios de casos ponen de relieve la importancia de una serie de activos intangibles preexistentes adquiridos a lo largo de los años. Entre ellos figuran la credibilidad y la legitimidad, la capacidad de movilizar y capitalizar las relaciones existentes y el talento para implementar todo esto de forma creativa.
Al inicio de la pandemia, los investigadores empezaron a enmarcar los problemas de políticas y a darles un lugar en la agenda pública. Se basaron en gran medida en su percepción de credibilidad para abrirse camino con los responsables del desarrollo de políticas, los medios de comunicación o las comunidades afectadas. Las crisis de salud pública exigen respuestas rápidas, y los actores políticos y de la sociedad civil buscan la ayuda de socios conocidos. Por lo tanto, la credibilidad de las instituciones de investigación se basaba en su capacidad de respuesta, su experiencia y, sobre todo, su conocimiento del contexto.
Las redes existentes prepararon a los investigadores para responder con rapidez a la demanda de evidencia y moldearon sus respuestas. En todos los estudios de casos, observamos un espectro de interacciones entre la evidencia y las políticas, desde el modelo profundamente arraigado en el gobierno hasta el enfoque más periférico o externo. Algunas organizaciones se encontraban bien posicionadas para perseguir estrategias de varios niveles de aprovechamiento de la concientización de la evidencia y promoción de su uso. Por lo tanto, estas redes y relaciones preexistentes sirven diversos propósitos y se dan en varios contextos. Pueden referirse al trabajo con comunidades, funcionarios públicos u organizaciones internacionales. Mujeres en Empleo Informal: Globalizando y Organizando (WIEGO), por ejemplo, destaca la importancia de contar con relaciones estables y preexistentes; en su caso, con organizaciones de trabajadores de distintas ciudades del Sur Global. El caso de WIEGO pone de relieve que la preparación institucional no puede disociarse de las históricas relaciones interpersonales que, en última instancia, sirvieron tanto de medio para la compenetración y la creación de vínculos como de anclaje a las realidades de base, incluso sin interacciones cara a cara (Ogando, este IDS Bulletin).
Por el contrario, gracias a la larga inversión en asociaciones de los investigadores de la Partnership for Economic Policy (PEP) y a sus estrechas relaciones personales con funcionarios del Gobierno de Zimbabue, estos gozaban de una posición privilegiada. Esto facilitó la coproducción de modelos económicos en un entorno político que favorece la toma de decisiones centralizada y la investigación propia (Mabugu et al., este IDS Bulletin). Declaran los autores: “En nuestra opinión, no se trataba solo de que las conclusiones fueran oportunas y pudieran traducirse en formatos aptos para los usuarios de las políticas... en la base estaban las asociaciones” (ibid.: 46). Asimismo, el CDRI (Benghong Siela, este IDS Bulletin) se basaba en 30 años de experiencia en la investigación de políticas en estrecha colaboración, tanto formal como informal, con actores gubernamentales: “Independientemente del impacto de la pandemia, el CDRI ya cuenta con una ventaja en términos de vinculación con el ámbito de la formulación de políticas” (traducción libre) (ibid.: 100).
Si bien la disposición de las instituciones puede estar estrechamente vinculada a las relaciones interpersonales y de redes ya establecidas, tanto el CDRI como la PEP reconocen que existen dimensiones políticas y estructurales en las que los poderes visibles y no visibles determinan qué conocimientos cuentan y cuáles no (Gaventa 2006). Benghong Siela (este IDS Bulletin), en relación con el CDRI en Camboya, indica que a veces se socava a los académicos y el sistema político se rige por redes clientelares, lo que deja un espacio limitado para que la investigación influya realmente sobre las políticas. En Zimbabue, algunos de los funcionarios que ayudaron a abrir puertas en el gobierno eran antiguos alumnos universitarios de miembros del equipo de investigación de la PEP (Mabugu et al., este IDS Bulletin). Este tipo de relaciones personales profundas en una estructura gubernamental de toma de decisiones altamente centralizada y abierta a la elaboración de políticas basadas en evidencia puede haber facilitado el compromiso de la PEP, pero podría haber cerrado las puertas a otras posibles fuentes de evidencia.
La mayoría de los casos revelan la importancia de la confianza; sin embargo, su construcción en tiempos de crisis no es necesariamente fácil. Como revela el estudio de casos de Asuntos del Sur (Cyr et al., este IDS Bulletin), establecer la confianza con nuevos socios durante la pandemia fue difícil, y esto no solo puede afectar a la respuesta del proyecto, sino que determinar las asociaciones futuras de la organización. Destacan los autores: 'Las escasas oportunidades para establecer confianza durante una pandemia pueden, con el tiempo, impedir la creación de asociaciones nuevas y potencialmente fructíferas. Por otro lado, la pandemia puede ayudar a consolidar las relaciones existentes, ya que permite a los socios comprometerse y colaborar más fácilmente en problemas futuros' (ibid.: 217).
La confianza no solo se relaciona con las relaciones existentes y la capacidad de las instituciones para establecer otras relaciones nuevas rápidamente, sino también con el contexto político más amplio. Para Farah Al Shami (este IDS Bulletin), la capacidad de la Arab Reform Initiative para influir en el pensamiento y el desarrollo de políticas en torno a las insuficiencias de los sistemas de protección social en la región de Oriente Medio y el norte de África (MENA)6 para apoyar a los más vulnerables durante la pandemia fue una “tarea de enormes proporciones” (ibid.: 111). La participación de la Arab Reform Initiative consistió en gran medida en ejercer presión desde el exterior y asociarse con el mundo académico y los activistas en un entorno en el que los factores político-económicos y de gobernanza más amplios están alejando a los estados árabes de asumir la responsabilidad de la asistencia social a escala nacional (ibid.). En tales circunstancias, ni el modelo altamente integrado de la PEP ni la estrategia parcialmente interna del CDRI eran aplicables o siquiera deseables. La disposición institucional de la Arab Reform Initiative se derivaba, por lo tanto, de la comprensión del contexto político y de su capacidad para implicar a múltiples niveles y a diversos grupos de partes interesadas, incluida una sensibilización más amplia de la opinión pública.
Por último, la disposición de las instituciones se traduce en la capacidad de desplegar recursos y empezar a trabajar rápidamente. Para ello, las instituciones necesitan un profundo conocimiento de su contexto y unas relaciones de financiación adecuadas. Por ejemplo, el equipo de WIEGO (Ogando, este IDS Bulletin) utilizó su conocimiento de los diferentes sectores ocupacionales de los trabajadores informales para anticipar los desafíos que tendrían los encuestados a la hora de participar en una investigación que abarca temas delicados y difíciles relacionados con los impactos de la pandemia. Lo más importante es que todos los estudios de casos aquí presentados se beneficiaron de la rápida liberación de fondos por parte de un donante del Norte Global a través de una convocatoria semicerrada. Este mecanismo de financiación se basó en un conjunto de relaciones preexistentes, y en algunos casos muy antiguas, y proporcionó a los beneficiarios la flexibilidad necesaria para reorientar o adaptar los proyectos existentes. Así, la disposición de las instituciones implica una interacción constante entre las capacidades y las relaciones personales e institucionales. Para lograr la credibilidad, la confianza y la capacidad de ofrecer una investigación de respuesta rápida en condiciones de crisis, se necesita la combinación de un equipo de investigación sólido respaldado por una organización sostenible.
Las experiencias compartidas en este IDS Bulletin emplean una amplia gama de métodos de investigación y enfoques para promover el uso del conocimiento por parte de las principales partes interesadas. En general, los ejemplos ponen de relieve que la característica clave de un conocimiento apto para su aplicación es una combinación de un buen posicionamiento para el uso y su carácter integrador. Estar bien posicionado para su uso o relevancia implica que es directamente aplicable a un problema o cuestión práctica. A veces, la investigación también desempeña un papel fundamental a la hora de enmarcar el problema, no solo sus soluciones. Además, el conocimiento debe ser accesible. Debe estar disponible en un formato que se ajuste a las necesidades de las diversas partes interesadas, de modo que las personas que lo necesiten puedan encontrarlo y utilizarlo eficazmente. El conocimiento posicionado para su uso debe poder utilizarse en la práctica y ser flexible, adaptarse a diferentes circunstancias y proporcionar puntos de vista o soluciones que puedan implementarse en situaciones del mundo real para resolver problemas o tomar decisiones.
Sin embargo, se trata de algo más que la relevancia de la investigación, que en gran medida existe a los ojos de quienes la contemplan, entre los que puede haber actores poderosos. También se trata de un proceso de investigación integrador que se basa en conocimientos altamente contextualizados. Existe un hilo conductor entre los estudios de casos que pone de relieve el valor de lo que podría describirse como conocimiento hiperlocal, y su uso para informar el desarrollo de políticas y las prácticas. Se trata de conocimiento que se centra en una comprensión profunda de los problemas de base, en lugar de conclusiones de aplicación más universal. Por ejemplo, para la BRAC James P Grant School of Public Health, de Bangladesh, era esencial comprender la entrega de servicios en los campos de refugiados desde el punto de vista del receptor e integrar las perspectivas de la comunidad (Nasar et al., este IDS Bulletin). Dichos métodos pueden adaptarse para atender los contextos locales. Por ejemplo, el equipo de la BRAC enfrentó desafíos únicos como la desinformación sobre el Covid-19, la inseguridad alimentaria, la falta de oportunidades económicas y la insuficiencia de las raciones alimentarias antes de y durante los cierres de emergencia (ibid.).
En algunos contextos, la falta de evidencia y la imposición de datos internacionales de baja calidad amenazaron con socavar la respuesta al Covid-19. Al Shami (este IDS Bulletin) reflexiona sobre la “pobreza de datos” en países como Irak y El Líbano, cuyos datos censales tienen más de 25 años. Los registros sociales nacionales unificados son escasos, y los datos cuantitativos o cualitativos sobre atención social, incompletos. En estas circunstancias, el seudomuestreo realizado por organizaciones extranjeras y el análisis de las políticas sujeto a sesgos y a una escasa comprensión del contexto local crean profundas desigualdades de conocimiento. Por lo tanto, el papel de las organizaciones de investigación locales y nacionales a la hora de dar forma a sus propias investigaciones es una característica esencial de un conocimiento apto para su aplicación.
Ogando (este IDS Bulletin) sostiene que los métodos tradicionales de investigación suelen dar prioridad al rigor académico sobre la relevancia práctica, lo que puede dar lugar a resultados de investigación desconectados de la realidad de la vida de las personas. En cambio, la coproducción de conocimientos, que implica la participación de diversas partes interesadas a lo largo de todo el proceso de investigación, puede ayudar a garantizar que la investigación se base en los contextos locales y responda a las necesidades de la comunidad. El estudio de casos también pone de relieve la importancia de utilizar múltiples formas de conocimiento, incluidas fuentes académicas y no académicas, para desarrollar una comprensión más completa de cuestiones sociales complejas.
En el caso del CDRI (Benghong Siela, este IDS Bulletin), su experiencia local se complementó con capacidades adicionales que le ayudaron a afrontar algunos de los desafíos de llevar a cabo investigaciones en ámbitos menos estructurados, como el sector informal. Para esto, estableció un equipo de asesoramiento técnico como parte de su consorcio de investigación. El equipo de asesoramiento estaba formado por un experto en género, un experto en economía y un experto en género y macroeconomía.
Por lo tanto, podemos ver cómo el posicionamiento de la evidencia para su uso, la inclusión y la investigación participativa a nivel local son inseparables. El rigor o la calidad de la investigación sobre la respuesta al Covid-19 se basaron tanto en la capacidad de los equipos de investigación para enmarcar sus proyectos para los actores locales y nacionales como en el aporte de evidencia altamente contextualizada e impulsada a nivel local. Las organizaciones y agencias internacionales de investigación pueden parecer mal posicionadas para llevar a cabo esta investigación hiperlocal y de respuesta que combina la comprensión sociocultural y política con el acceso directo a las comunidades.
Partiendo de estas dimensiones de disposición de las organizaciones y de los elementos clave del conocimiento apto para su aplicación durante una pandemia, podemos identificar algunos temas recurrentes que cuestionan las nociones tradicionales de los procesos lineales por los que las distintas partes interesadas producen y utilizan los resultados de los proyectos de investigación. Si bien estos conceptos simplistas de uso de evidencia científica para el desarrollo de políticas pueden tener sus limitaciones durante los períodos de estabilidad, quedan totalmente obsoletos durante una crisis. Lo que muestran los estudios de casos es que: (1) la movilización de conocimiento se sustenta en la totalidad de los procesos de participación y no puede relacionarse con resultados específicos; (2) estos procesos deben tener un propósito y desarrollarse con responsabilidad; y, por último, (3) los investigadores deben ser flexibles en cuanto a la forma de desplegar sus capacidades analíticas para ayudar a las partes interesadas a resolver los problemas.
Mientras que la movilización del conocimiento, la planificación y el seguimiento tienden a centrarse en los resultados y las actividades específicas dirigidas a determinadas partes interesadas, los estudios de casos se centran en todo el proceso de conocimiento: las metodologías de investigación, la creación de redes, el establecimiento de relaciones y los enfoques de participación. Existe toda una serie de herramientas de traducción de conocimiento o uso de evidencia científica para el desarrollo de políticas que los investigadores utilizan a lo largo de la vida de un proyecto. La flexibilidad requerida incluye la capacidad de navegar por realidades políticas complejas. En algunos casos, el impacto es posible cuando puede alcanzarse un equilibrio entre la respuesta a la demanda de evidencia y la influencia sobre dicha demanda. Por ejemplo, en Zimbabue, la PEP experimentó una “coincidencia de deseos” y negoció con éxito un modelo económico colaborativo con la influencia del equipo de investigación (Mabugu et al., este IDS Bulletin).
Un componente clave parece ser no solo implicar a otras partes interesadas, sino hacerlo con intención y cuidado. Ogando (este IDS Bulletin) destaca que el estudio de casos de WIEGO subraya la importancia de un enfoque que no sea extractivo con los participantes de la investigación y que sea sensible a las difíciles experiencias de los individuos durante la pandemia. La autora resume: “al participar con atención, los investigadores pudieron transmitir la noción de que la investigación no se hacía solo sobre los trabajadores, sino con y para ellos” (ibid.: 65). En la práctica, esto también implica opciones concretas que valoren el compromiso de los participantes como, por ejemplo, cubrir los costos de participación o dar suficiente flexibilidad para adaptarse a las necesidades y horarios de los entrevistados. A este compromiso con la investigación le sigue una cuidadosa reflexión sobre cómo presentar los datos y las historias recopiladas, para ser respetuoso con los participantes de la investigación y potenciar su voz en el proceso.
La flexibilidad en cuanto a las actividades alcanzadas por un proyecto es esencial. El caso del GRADE pone de relieve el trabajo adicional de conocimiento necesario para traducir la investigación en políticas y prácticas, y cómo las instituciones de investigación tienen la capacidad para apoyar a los responsables de la toma de decisiones y a los socios ejecutores en el proceso (Fort y Alcázar, este IDS Bulletin). El ejemplo de su trabajo con instituciones públicas muestra una serie de estrategias que pueden parecer fuera del alcance de un proyecto de investigación, pero que son esenciales para el éxito. Durante su trabajo en las ollas comunes,7 el ministerio competente pidió al equipo que estudiara estos espacios para mejorar el apoyo que podían prestarles. Sin embargo, el equipo de investigación tenía algunas hipótesis derivadas de su experiencia de trabajo sobre el terreno: que la base de datos inicial con la que trabajaba el ministerio había quedado anticuada y no incluía a los barrios más marginados, y que los asentamientos marginales más recientes estaban respondiendo a las crisis de diferentes maneras. Si bien el equipo preparó la encuesta para apoyar al ministerio, lo más importante de su trabajo fue demostrar, con datos muy explícitos, que el ministerio necesitaba una revisión de su enfoque.
Por último, los estudios de casos indican que la forma en que las organizaciones respondieron a la pandemia puede tener repercusiones a largo plazo en el futuro de estas. Los investigadores han desarrollado nuevas habilidades y capacidades, entre ellas la capacidad de utilizar herramientas digitales para la recopilación y el análisis de datos, así como la capacidad de presentar los resultados de investigación de forma clara y accesible para diferentes públicos. Estas nuevas capacidades y redes y relaciones reforzadas seguirán siendo importantes para garantizar que la investigación sea accesible y pertinente para las diferentes partes interesadas, incluidos los responsables del desarrollo de políticas, los profesionales y los miembros de la comunidad.
La paradoja de la investigación durante la pandemia es que el Covid-19 aumentó enormemente los desafíos operativos y empoderó a las organizaciones de investigación locales y nacionales. Cuando los investigadores y las instituciones del Norte Global vieron limitadas sus posibilidades de acción y la necesidad urgente de conocimientos locales y aprendizajes altamente contextualizados crecía rápidamente, muchas organizaciones de investigación del sur se encontraron en una posición privilegiada para responder. Sin embargo, la disposición de las organizaciones para hacerlo dependía de la solidez de sus redes, del acceso a los principales responsables de la toma de decisiones o a las comunidades afectadas y de su capacidad para movilizarse rápidamente. En los estudios de casos aquí analizados, este último atributo dependía en gran medida de la flexibilidad y capacidad de respuesta de los patrocinadores.
Lo que determinó su éxito fue tanto la inmersión de los investigadores en los contextos locales y regionales como su capacidad para dirigir la evidencia hacia públicos específicos. La pandemia puso de manifiesto la dependencia de los gobiernos en datos obsoletos. Esto ha puesto en tela de juicio el rigor académico en ausencia de conocimientos locales. Además, ha acentuado la necesidad de acceder a la sociedad civil y a los movimientos de defensa en espacios políticamente cerrados. Por último, ha subrayado la importancia central de una movilización del conocimiento realizada con cuidado y de forma intencionada y llevada a cabo durante todo el proceso de investigación. Todo esto pone de relieve lo esencial que es la investigación dirigida a nivel local para la respuesta a la pandemia y para el desarrollo en general.
Es poco probable que las cosas vuelvan a ser como antes. La pandemia de Covid-19 nos ha demostrado que las organizaciones de investigación locales y nacionales, si cuentan con un flujo internacional de recursos y apoyo adecuados, están eminentemente bien situadas para llevar a cabo una investigación de gran repercusión. Su conocimiento hiperlocal, su flexibilidad y su inquebrantable atención a la influencia en el mundo real y al bienestar de las comunidades afectadas no solo han demostrado su utilidad en tiempos de crisis, sino que sugieren su superioridad por sobre las respuestas internacionales. Debemos aprovechar esta energía y experiencia para hacer frente a las múltiples crisis mundiales que requerirán combinaciones únicas de colaboración e innovación local y mundial para la investigación.
* Este IDS Bulletin se creó como parte del programa de traducción de conocimiento Covid-19 Responses for Equity (CORE), dirigido por el Institute of Development Studies (IDS), que apoya la traducción de conocimiento que surge de la iniciativa CORE. Con el apoyo del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC), el programa CORE integra 20 proyectos para comprender los impactos socioeconómicos de la pandemia, perfeccionar las respuestas actuales y generar mejores opciones de políticas para la recuperación. La investigación está a cargo de investigadores, universidades, laboratorios de ideas y organizaciones civiles locales en 42 países de África, Asia, América Latina y Oriente Medio. Las opiniones aquí expresadas son las de los autores y no reflejan necesariamente las opiniones del IDRC, su Junta Directiva ni del IDS. Para obtener más información, póngase en contacto con: c19re.org.
1 Andrea Ordóñez Llanos, Directora Ejecutiva, Southern Voice, Ecuador.
2 James Georgalakis, Director de Evidencia e Impacto, Institute of Development Studies, Reino Unido.
3 Sitio web del Covid-19 Responses for Equity (CORE).
4 Consulte las historias de cambio documentado del CORE.
5 La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió al mundo de que las “enfermedades coronavirales altamente patógenas” (distintas del Síndrome Respiratorio de Oriente Medio [Middle East Respiratory Syndrome, MERS] o el Síndrome Respiratorio Agudo Grave [Severe Acute Respiratory Syndrome, SARS]) podrían ser la próxima gran crisis sanitaria internacional (OMS 2018).
6 Oriente Medio y el norte de África.
7 Las ollas comunes, similares a los comedores sociales, permiten a las comunidades locales aunar recursos para proporcionar alimentos a todos los vecinos (Fort y Alcázar, este IDS Bulletin).
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© 2023 Los autores. IDS Bulletin © Institute of Development Studies | DOI: 10.19088/1968-2023.129.
Este es un artículo de libre acceso distribuido de acuerdo con los términos de la Licencia Pública de Atribución/Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons (CC BY), que permite un uso, distribución y reproducción sin restricciones en cualquier medio, siempre que se cite a los autores y la fuente originales y se indique cualquier modificación o adaptación.
Esta es una traducción del artículo del IDS Bulletin ‘Introduction: Lessons for Locally Driven Research Responses to Emergencies’. Este artículo también está disponible en inglés y en francés.
El IDS Bulletin es una publicación del Institute of Development Studies, Library Road, Brighton BN1 9RE, Reino Unido. Este artículo es parte del Vol. 54, Nro. 2 del IDS Bulletin; octubre de 2023 ‘Knowledge in Times of Crisis: Transforming Research-to-Policy Approaches’ [‘Conocimiento en tiempos de crisis: transformación de los enfoques de paso de la investigación a la política’].